Una situación en que las ideas aparecen despojadas de sus contextos la encontramos en Jude el Oscuro, la novela de Thomas Hardy, cuyo epígrafe reza: «La letra mata».
En la obra se muestra una Inglaterra victoriana tardía llena de ídolos, mitos, fantasmas e ilusiones eficaces, llena de fetichistas y personas que ven espectros. Se trata de un orden social necrofílico, enamorado de la muerte, en que la suerte de los vivos se ve dominada por credos mortuorios. La novela entiende, a su manera, que el capitalismo es a la vez burdamente materialista y fantasmagóricamente desmaterializador, demasiado carnal y a la vez demasiado etéreo.
Hardy, en su prefacio a la primera edición, describe Jude afirmando que en ella se dramatiza «la guerra a muerte entre la carne y el espíritu», con lo que se refiere a un orden social cuyas instituciones materiales impiden la libertad humana.
Si se trata de una obra materialista es, entre otras cosas, porque rechaza esa versión social del dualismo mente-cuerpo, y lo hace señalando dos formas de actividad humana que prometen resolverlo.
Una de ellas es el arte (más concretamente la forma de artesanía con la que Jude Fawley, maestro cantero, se gana la vida restaurando las facultades decrépitas de la Universidad de Oxford). Labrar piedras es dotar de significado a pedazos de materia, convertirlas en significantes del espíritu. Jude se pasa el tiempo reforzando los muros de las mismas facultades que le cerraron las puertas al negarse a admitirlo como estudiante, pero la novela deja muy claro que esa forma de trabajo es más valiosa que las elucubraciones de los profesores.
La otra actividad que promete trascender el dualismo de carne y espíritu es el amor sexual. En la relación entre Jude y Sue Bridehead, la reciprocidad de los cuerpos se transforma en ocasión para la reciprocidad de yoes, a medida que la carne se hace elocuente y expresiva. Pero para la Inglaterra victoriana no es fácil dar cabida a la igualdad sexual, y por ello, en Jude, esta aparece para romper la relación, matar al protagonista y llevar a su pareja a la culpabilidad y el autodesprecio.
Terry Eagleton
Materialismo
Ed. Península 2017
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