martes, 6 de agosto de 2019

Antonio Cabrera, noche, agosto, eclipse

De niño
miraba más el cielo por la noche.
Era un tributo natural, un gesto
sin otras significaciones.
Como escribir la fecha en las libretas.
El almanaque no nos desgastaba.
La noche era copiosa, indiscutida.

Porque a la luna la ha eclipsado
una mácula negra que la muerde,
miro el cielo de agosto.

Mi mente está más en su fase de arrogancia:
transporta en sí otra noche
donde el negro es pintado y las estrellas
titilan sin historia. Cree saber,
dispone astros
en su profundidad, que es plana.

Ocultado aquel niño
por el que lo vivió
y lo piensa, vencido el que concibe
por la presencia pura,

mi luna se ensombrece
tras la luna real, la noche eclipsa
mi noche figurada.


poema ECLIPSE
de ANTONIO CABRERA
en PIEDRAS AL AGUA
Tusquets Eds. 2010


(ilustración de Jimmy Liao
en "Hermosa Soledad"
Barbara Fiore Ed. 2008)

domingo, 28 de julio de 2019

René Char, Contra una casa seca, aforismo

Quien cree que el enigma es renovable se transforma en él.

Escalando libremente la erosión abierta, tan pronto luminoso como oscuro, saber sin fundar será su ley.

Ley que cumplirá pero que acabará venciéndole; fundamento que no querrá pero que acabará estableciendo.

Incesantemente debemos volver a la erosión.

El dolor contra la perfección.

(En este punto el muro solicitado de la casa perdida de vista deja de enviar palabras clarividentes)

RENÉ CHAR
Contra una casa seca
(Aforismos escritos entre
20-25 julio 1969)
en LE NU PERDU
Ed. original Gallimard 1971
(EL DESNUDO PERDIDO)
Con prefacio de Albert Camus
(original de Gallimard 1959)
Ed. Poesía Hiperión 1995
Trad. Jorge Riechmann
(También el aforismo
en Revista POESIA
número 26, julio 1986
con Ilustración)


domingo, 26 de mayo de 2019

Olga Orozco, Cantos a Berenice

Sí, tú, mi otra yo misma en la horma hechizada de otra piel

ceñida al memorial del rito y la pereza.

No fetiche, donde crujen con alas de langosta los espíritus puestos a secar;

no talismán, como una estrella ajena engarzada en la proa de la propia tiniebla;

no amuleto, para aventar los negros semilleros del azar;

no gato en su función de animal gato;

sino tú, el tótem palpitante en la cadena rota de mi clan.

¡Ese vínculo como un intercambio de secretos en plena combustión!

¡Ese soplo recíproco infundiendo las señales del mal, las señales del bien,

en cada tiempo y a cualquier distancia!

¡Esas suertes ligadas bajo el lacre y los sellos de todos los destinos!

¿No guardabas acaso mi alma ensimismada como una tromba azul entre tus siete vidas?

¿No custodiaba yo tus siete vidas,
semejantes a un nocturno arco iris en mi espacio interior?

Y este rumor y ese gorgoteo,

este remoto chorro de burbujas soterradas

y ese ronco zumbido de abejorro en suspenso entre los laberintos de tu sangre,

¿no serían acaso mi mantra más oculto y tu indecible nombre

y la palabra perdida que al rehacerse rehace con plumas blancas la creación?

OLGA OROZCO
poema X
de Cantos a Berenice 1977
en la antología
RELÁMPAGOS DE LO INVISIBLE
Ed. FCE 2009

jueves, 16 de mayo de 2019

René Char, ENCART

René Char
ENCART de LE CHIEN DE COEUR (en LE NU PERDU)
(ENCARTE-INSERTO)

Los caminos que no prometen la tierra de su destino son los caminos amados.

La generosidad es presa fácil. Nada es más atacado, confundido, difamado. Generosidad que crea nuestros futuros torturadores, nuestras estrecheces, sueños escritos con tiza, pero también la calidez que una vez recibe y, dos veces, da.

Ya no hay más pueblo-tesoro (tierra-prometida), sino, paso a paso, el conocimiento infinito del rayo para los sobrevivientes de este pueblo.

La lluvia, escuela de crecimiento, encoge el cristal por el cual la observamos.

Pedimos a lo imprevisible que decepcione a lo esperado. Dos extraños implacables para contradecirse mutuamente, ¡y para fundirse juntos si hay encuentro final!

En amor, en poesía, la nieve no es el lobo de enero, sino la perdiz de la renovación.


ENCART (original)
Les routes qui ne promettent pas le pays de leur destination sont les routes aimées.
La générosité est une proie facile.
Rien n'est plus attaqué, confondu, diffamé qu'elle.
Générosité qui crée nos bourreaux futurs, nos resserrements, des rêves écrits à la craie, mais aussi la chaleur qui une fois reçoit et, deux fois, donne.
Il n'y a plus de peuple-trésor, mais, de proche en proche, le savoir vivre infini de l'éclair pour les survivants de ce peuple.
La pluie, école de croissance, rapetisse la vitre par où nous l'observons.
Nous demandons à l'imprévisible de décevoir l'attendu.
Deux étrangers acharnés à se contredire — et à se fondre ensemble si leur rencontre aboutissait!
En amour, en poésie, la neige n'est pas la louve de janvier mais la perdrix du renouveau.

(otra mejor traducción de Jorge Riechmann
en EL DESNUDO PERDIDO
con Prólogo de Albert Camus
ED. Hiperión 1995)

viernes, 3 de mayo de 2019

Federico Muelas, de Junco

JUNCO
Si pudieras pensar lo que yo pienso...
Pero no, tú has nacido
para robar al río
una delgada línea de paisaje.
Tu pensamiento, junco, es tan sencillo
como tu forma escueta.
Apenas eres nada...
                                  
                                     Si la araña
prendiera de tu mástil
el entramado fácil de sus redes,
complicaría un punto
tu inocente ofensiva
de eterna caña sin anzuelo. Entonces,
tendrías una leve
inquietud de velamen, soñarías
con impulsar la orilla
alterando el espejo
tranquilo del meandro allá en el fondo...
(Los chopos te darían
sus profundos consejos y los álamos
su multitu de adioses,
en tanto se agrupaba
en la más verde orilla
ese blancho tropel de colegialas,
las margarita últimas...)
¡Cómo te temerían
las breves mariposas, las hormigas,
que hoy tranquilas, ascienden
hasta el remate agudo de tu cuerpo!
En la alta noche quieta,
-¡vertical de la estrella en el silencio!-
la cuadrícula densa de tus redes
precisaría en el cristal del río
la exacta posición de las estrellas.
Serías la bandera
de la ribera toda y poseído
de tu símbolo, junco, te verías
como lírica síntesis de todo.
¡Qué no daría
porque ocurriese así! Yo te amo tanto
que rehuyo las aguas
agitar en tu orilla porque temo
sufras con el torcerse de tu imagen
y tú me correspondes
-cortesano de altivas impotencias-
inclinándote digno cuando paso.
Pero todo es inútil, tú eres
un pensamiento sólo, tan preciso,
que nunca fuiste cauce ni sendero:
jamás guiaste el transitar del agua
ni le diste tu hombro al caminante.
Y no hay en ti inquietud, junco, tú eres
estuche no de agua, de crístales
eternamente quietos.
En tu sendero
hubo un helado florecer de estatuas...
¡Ni la tímida proa
de la humilde canción más escondida;
ni páramo de luces fugitivas;
ni brote asido al ancla de la duda!
¡El encanto siquiera
de apagarte en tu tránsito,
como esa estrella errante ya olvidada!
Por ello te hallo siempre tan tranquilo,
eternamente tú y en ti todos
tus hermanos. ¿No miras,
que hay fuente, árbol y rosa,
y estrella y nube y pájaro
Pero no, tú eres tú, junco... ¡Es inútil
mi ardiente anhelo de que tengas ramas!

Federico Muelas 1910-1974
"piedracelismo conquense"


miércoles, 1 de mayo de 2019

Jaramillo, otro, copia

No espero al otro
que también soy yo.


Mi doble no es el huesped:
es probable que quien viene
sea el original y yo la copia.

Tal vez solamente un borrador




Darío Jaramillo Agudelo
El cuerpo y otra cosa
Ed. Pre-textos 2016



miércoles, 24 de abril de 2019

Conversaciones con Dios, Jaramillo

1. La primera vez que Dios me habló, Él estaba disfrazado de serpiente.
Era difícil reconocerlo por esa apariencia tan inesperada en un tipo como Dios, pero así es Él, siempre sagaz, sagaz como una serpiente, sí, exactamente como una serpiente.
Además está el antecedente: el demonio se le presentó a Eva disfrazado de ofidio. Nadie esperaría que Dios usara el mismo truco. Por eso mismo lo usó. Era la mejor manera de despistar. Ese día apenas fue una especie de examen.
Me dijo que era Dios. Yo le creí y en eso consistía la prueba, en que yo le creyera. Si llego a dudar, Él no me habría hablado nunca más.
Pero yo le creí. Me dijo que Él era el Padre Eterno. Que Él había creado el mundo y que lo controlaba casi todo. Casi.
Pero no me aclaró qué asunto no controla. Creo que no explicarme fue un efecto dramático. Me dejó en suspenso. Sigo en suspenso.
2. Sigo en suspenso porque la segunda vez que Dios me habló, no lo vi. Fue en una madrugada. Un lunes. Me habló al oído y me pidió que tomara nota, que me iba a dictar.
Dijo: este es el tercer intento de creación que hago. Soy perfecto, pero mis inventos no son perfectos. Esta vez fue el invento de un ser inteligente.
Dijo: inteligente, pero codicioso; inteligente, pero avaro; inteligente, pero lleno de odio; inteligente pero capaz de matar a sus semejantes.
Dijo más cosas que algún día voy a contar. Sí, ya sé, estoy acostumbrado a esa reacción: de seguro ustedes están pensando que estoy loco.
Pero no estoy loco. Pero ustedes insistirán que sólo un loco dice que Dios le habló. Lo que no saben es que Dios me advirtió que me llamarían loco.
Y también me dijo que Él no le va a hablar a esos cuerdos que están tan locos como para que les parezca imposible que Dios les hable.
Darío Jaramillo Agudelo


sábado, 6 de abril de 2019

Vicente Huidobro, manifiestos de CREACIÓN

Singulares manifiestos,




 y sus portadas respectivas, de los números 1 (Abril 1921 Madrid) y 3 (París, febrero 1924) 




de la Revista CREACIÓN fundada por Vicente Huidobro, y que lucen destacadas en el contexto de un gran estudio del poeta en el número especial 30-31-32 de POESÍA, revista ilustrada de información poética, editada en 1989.



martes, 19 de marzo de 2019

Simone Weil, amor y verdad

"Amor a la verdad” es una expresión impropia. La verdad no es objeto de amor, no es un objeto. Lo que amamos es algo que existe, y que pensamos y por eso puede ser la ocasión de producir verdad o error. Una verdad es siempre la verdad de algo. La verdad es el esplendor de la realidad.

El objeto del amor no es la verdad, sino la realidad. Desear la verdad es desear un contacto con una realidad, es amarla. No deseamos la verdad nada más que para amar en la verdad. Deseamos conocer la verdad de lo que amamos. En lugar de hablar de amor a la verdad, sería mejor hablar de un espíritu de veracidad en el amor.

El amor real y puro desea siempre y por encima de todo mantenerse entero en la verdad, sea cual sea, incondicionalmente. Toda otra expectativa de amor desea sobre todo satisfacciones, y por ello es un principio de error y de mentira. Es el espíritu santo.

La palabra griega que traducimos por espíritu significa literalmente soplo ígneo, soplo (aliento) mezclado con fuego, y designaba en la antigüedad, la noción que la ciencia designa hoy con la palabra energía.

Lo que traducimos por “espíritu de veracidad” significa la energía de la verdad, la verdad como fuerza agente. El amor puro es esta fuerza activa, el amor que no quiere, a ningún precio, en ningún caso, ni la mentira ni el error.

Simone Weil
Echar raíces
Ed. Trotta 1996
Trad. Juan Ramón Capella

Abajo ilustra párrafos de
Simone Weil
La Gravedad y la gracia
Ed. Trotta 2007

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Cirlot, falta sentido

Dentro de la infinita falta de sentido que alcanza al hombre, en cuanto ser, surge el sentimiento de la belleza, no como descanso, sino como nexo de unión entre los diversos momentos que, sin ese valor, quedarían irremediablemente rotos.

No es por el simple recuerdo, sino por la belleza y la emoción, que el pasado llega a integrar el presente, la lejanía lo íntimo, adquiriendo así el tiempo y el espacio esa característica formación espiritual unida.

Juan Eduardo Cirlot
Aforismo del no mundo
Ed. Renacimiento 2018

Imagen de esculturas de
Jaume Plensa en Madrid
Palacio de Cristal
del Parque de El Retiro

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Kant, entretenimiento

¿ENTRETENIMIENTO MORAL en KANT? Si se repara en el rumbo que toman las conversaciones en grupos variopintos, donde no participan simplemente eruditos e intelectuales, sino también gentes de negocios y amas de casa, se advierte que, al margen de la plática sobre anécdotas y chanzas, hay en esas tertulias otro entretenimiento, cual es el de razonar […]. Pero entre todos los razonamientos no hay ninguno que suscite mayor aceptación de quienes, por otro lado, se aburren pronto con cualquier sutileza, ni que llegue a despertar cierta animación en la sociedad como aquel que versa sobre el valor moral de tal o cual acción y a través del cual debe quedar estipulado el carácter de una persona. Aquellos para quienes cualquier sutil cavilación en las cuestiones teóricas supone algo árido y enojoso, en cuanto se trata de calificar el contenido moral de una buena o mala acción recién referida, se apresuran a intervenir, imaginando todo cuanto puede mermar o hacer sospechosa la pureza del propósito y, por lo tanto, el grado de virtud, con tanta precisión, profundidad y sutileza como no cabe esperar por su parte con respecto a ningún objeto de la especulación.

Kant
Crítica de la razón práctica

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Lichtenberg, prejuicios

Los prejuicios son, por así decirlo, los instintos artificiales del ser humano. Gracias a ellos hace sin esfuerzo alguno cosas que le resultaría difícil pensar antes de tomar una decisión.

GEORG CHRISTOPH LICHTENBERG
CUADERNOS (Cuadernos A-C)
Volumen I
Traducción de CARLOS FORTEA
Ed. Hermida Editores, 2015

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Gaos, filosofía y religión

La función liberadora de la filosofía respecto de la religión, y más en general respecto de la cultura toda dentro de la que nace y se forma un sujeto, es un hecho histórico, que bien puede seguir en el futuro: el conocimiento de la misma metafísica, no a pesar de su arcaísmo, sino precisamente en su arcaísmo, puede liberar de la fe en muchas cosas que no la justifican. La filosofía no metafísica puede seguir haciendo espíritus libres en el mismo sentido que la ciencia.

José Gaos
Filosofía y vocación
SEMINARIO DE FILOSOFÍA MODERNA DE JOSÉ GAOS
Textos de José Gaos, Ricardo Guerra, Alejandro Rossi, Emilio Uranga y Luis Villoro
Ed. FCE 2017

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Paul Celan, poema y otro

No veo la diferencia, escribe Paul Celan, entre un apretón de manos y un poema.

Voces  desde  el  camino  de  la  ortiga 
Ven  sobre  tus  manos  hacia  nosotros.
Quien  solitario  está  con  la lámpara,
no  tiene  más  que  su  mano  para  leer”.

He aquí el poema, lenguaje acabado, remitido a una interjección, a una expresión tan poco articulada como un guiño, como un signo entregado al prójimo. ¿Signo de qué? ¿de vida? ¿de amabilidad? ¿de complicidad?

El  poema  quiere  ir  hacia  un  Otro,  necesita  a  ese  Otro,  necesita  un  enfrente.  Lo  busca,  se  profiere  en  pos suya.  Cada  cosa,  cada  ser  humano  es  para  el  poema,  que  se  endereza  a  lo  Otro,  una  figura  de  ese  Otro. 

Descubrir un lugar donde la persona, en el sobrecogimiento del yo como extraño a ella misma, se libere.

El  poema  busca,  creo  yo,  también  este  lugar.


Paul Celan
El meridiano
Discurso a propósito de la concesión
del premio Georg Büchner Darmstadt,
22 de octubre de 1960

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Filosofía y mochila



Casi oponiéndose a la filosofía invisible de las bibliotecas, la mochila de un lector, más que dejar en evidencia sus grandes intereses o acaso sus deudas históricas, revela las obsesiones de turno: la novela a medio terminar, el conjunto de ensayos que desde hace semanas tiene un marcador en la página 159, o esos libros de poesía que resultan ideales para leer camino al trabajo porque pesan muy poco.

Y por más que intenten lo contrario, en una mochila nunca encontrarán grandes reflexiones ni frases para el bronce porque los libros no están ahí para ventilarlos sino para robarle horas al día. Para matar el tedio. Lo único que se puede hacer en un viaje, a fin de cuentas, es leer e intentar dormir.

La mochila, por lo mismo, es un mundo a medias, alejado de la academia y las corbatas. Podría apostar a que si los libros tuvieran memoria, sus días más felices serían los que pasaron ahí dentro, moviéndose de un lugar a otro, a medio leer, rompiendo la rutina soporífera que los deja muy quietos y exhibiendo su lomo en un estante. 

Gonzalo Maier
MATERIAL RODANTE
Ed. Minúscula

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Escolio, poesía, Dios

La poesía es la huella dactilar de Dios en la arcilla humana.

Si Dios fuese la conclusión de un raciocinio, no sentiría necesidad de adorarlo.

Pero Dios no es solo la substancia de lo que espero, sino la sustancia de lo que vivo.

Dios es la substancia de lo que amamos.

Para desafiar a Dios el hombre infla su vacío.


Nicolás Gómez Dávila (1913-1994)
(el más brillante aforista en español del s. XX)
BREVIARIO DE ESCOLIOS
Ed. Atalanta 2018

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Joubert, poetas y filósofos

Los poetas tienen cien veces más sentido común que los filósofos, y buscando la belleza encuentran más verdades que los filósofos buscando la verdad.

"Todo es enigma en los poetas", decía Platón. Pero en esa clase de enigmas es preciso a la vez un sentido aparente que sea bello y un sentido oculto que aún sea más bello.

Busquemos en los buenos versos los materiales de una bella prosa.

Joseph Joubert
Pensamientos
Edhasa 1995

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Nadie es un yo, indicativo de lugar

Nadie, ciertamente, es un yo. "Yo" es un pronombre; como tal, está, o mejor, se dice en lugar de algo, en lugar de aquello que cada cual es; está en lugar del sí mismo que cada uno es. Cada uno o, al menos, cada ser dotado de lenguaje, es un sí mismo en tanto que puede referirse a sí mismo como "yo". El pronombre "yo" es un signo, más precisamente, es una indéxico, un signo vacío de contenido semántico. Funciona igual que "aquí", o "ahora" u "hoy" : palabras que no contienen nada en sí, pero que, adecuadamente usadas, pueden señalar a cualquier lugar, a cualquier momento, a cualquier día.

"Yo" puede señalar cualquier persona: es solo la herramienta lingüistica que cada sujet, cada sí mismo, utiliza para referirse a sí mismo; y solo es así mismo en tanto que tiene esa capacidad para usar el pronombre "yo". Ello puede implicar pronunciarlo o simplemente hablar en la perspectiva de la primera persona: relacionarse consigo mismo de una manera que solo cada uno puede hacerlo, y nadie en su lugar.

SÍ MISMO COMO NADIE
Para una filosofía de la subjetividad
Antonio Gómez Ramos
Ed. Catarata 2015

(Ilustración de Chirico)

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Juan Ramón Jiménez, poesía indefinible

La poesía, principio y fin de todo, es indefinible. Si se pudiera definir, su definidor sería el dueño de su secreto, el dueño de ella, el verdadero, el único dios posible. Y el secreto de la posía no lo ha sabido, no lo sabe, no lo sabrá nunca nadie, ni la poesía admite dios, es Diosa única sin dios. Por fortuna, para dios y para los poetas.

JRJ
Aforismos e ideas líricas
Ed. Isla de Sístola 2018.
pág. 162

Creo que jeneralmente se confunde lo sustancial, al hablar del estilo, con lo secundario. Se habla, al hablar de estilo, de la palabra, y yo creo que el estilo es cosa del fondo del alma. En este sentido son mis aforismos.

Juan Ramón Jiménez
Aforismos e ideas líricas
Isla de Sistolá 2018, pág. 110


El hombre aburrido de sí mismo, inventó a Dios, pero le salió mal el invento y entonces inventó que Dios lo había inventado a él.

El mayor fracaso del hombre como conciencia es no poder darle conciencia de Dios a su dios.

Juan Ramón Jiménez
#aforismos e ideas líricas
Ed. La isla de siltolá 2018


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Levinas, brasas

Nuestros maestros nos enseñan que todas las palabras son semejantes a brasas. Pues si tú aplicas tu soplo a la brasa la animarás y la atizarás soplando... Y cuanto más soples, más fuerza tomará la llama y el fuego aumentará hasta convertirse en ascua incandescente...

Y, puesto que se ha hecho ardiente, habrá que utilizarla con precaución” .

Es decir, el fuego del sentido se encuentra bajo las cenizas de las palabras.

En virtud de la fuerza y la constancia del soplo, pasajes mudos o incomprensibles pueden adquirir nueva vida, incluso adquirir un significado incandescente. Para ello hay que seguir a la palabra paso a paso...

Entonces la palabra nos conduce a otras palabras, a otros textos, descubriendo significados inesperados

(LEVINAS)

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Nietzsche, ficción, lógica

El modelo de una FICCIÓN es la LÓGICA. Aquí se fantasea un modo de pensar en que un pensamiento es puesto como causa de otro pensamiento; se prescinde de todos los afectos, de todo sentir y querer.

Cosas así no se encuentran en la realidad: esta es indeciblemente diferente, complicada.

Debido a que nosotros ponemos aquella ficción como esquema, es decir, filtramos el acontecer fáctico en el pensamiento, por así decirlo, mediante un aparato de simplificación: logramos una escritura de signos y una comunicabilidad y perceptibilidad de los procesos lógicos.

Así que: considerar el acontecer mental, como si correspondiera al esquema de aquella ficción regulativa: esta es la voluntad fundamental.

Donde hay memoria ha dominados esta voluntad fundamental.

En realidad, no hay ningún pensamiento lógico, y ningún principio de la aritmética y la geometría puede estar sacado de ella, porque no tiene lugar en absoluto.

#aforismo

F. Nietzsche
Fragmentos póstumo 1885
Ed. Tecnos Vol. III p. 768
Dir. Diego Sánchez Meca

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Lo soñado desea florecer en los templos,
abandonar su núcleo de sombras inflexibles,
sus átomos de sombra donde los hombres besan
a quienes ya no tienen cuerpo y las palabras
derrotadas aprenden el diámetro del fuego.

La azucena persigue sus sótanos; el cielo,
su forma, su basalto; la respiración quiere
ser nombrada o heñida, como el barro o los senos.
Tañen, por fin, las células antes oscurecidas
por el frío y la pólvora, idas bajo las alas
de la nieve (aunque insectos menores han creado
la ironía y la sal, y luchan por que el hombre
no acceda al mediodía). No son mudas las flores:
saben leer las horas, derrotan al cianuro,
esconden llamas dentro. Las cópulas empujan
sus astas hasta el fondo de viento y en la feliz
herida que abren quedan las pausas apresadas.

Hay oro bajo el músculo y un mar impronunciable
en el que se sumergen los seres intermedios,
las llagas intermedias. En las dunas, gaviotas
color de insomnio ocultan las perlas que tanta álgebra
suscitan. El orín de las fuentes ha desaparecido.

La avena muerde, quieta como el rocío: arroja
su sangre al mar en busca del ser que está en la aguja
que está en el boj que está en la electricidad
que está en el eucalipto. Los círculos, sin bordes,
alcanzan el final de la tierra: reposan,
y después, bajo luces infinitesimales,
crean el mar natal, el mar de la sequía,
de cuyos suaves cráteres brotan nudos, hidrógeno,
palomas, eslabones, escarcha matemática.

El mar es la primera palabra: su sedente
azul, como una inmensa saliva, delimita
los rostros, los teléfonos, los orgasmos más crueles,
las clavículas solo pensadas, las retinas
que verán tanta muerte. Se cierran los paréntesis
que no tuvieron nunca principio. La energía
de los cuerpos derriba el agua. Algas que no
existían respiran entre lunas carnívoras.

Se completan los bosques mutilados. Miríadas
de vínculos, igual que partos desbocados,
empapan las espaldas desiertas. Uva y fuego
tienen las mismas dudas. El mercurio es hermano
de todos los olivos, de todos los ancianos.

Pan multitudinario en la aciaga mirada
de los reptiles; súbitos juncos en las orillas
donde nunca hubo libros; garras en las pupilas
de las lampreas; grietas en la alta quemadura
del cuervo; hematomas que nada significan,
salvo, si acaso, olvido. Los fósiles regresan:
sirenas con durísimos recuerdos, embriagadas
de alas, dejan la lúgubre arcilla en que nacieron,
remontan las oscuras cataratas y viven,
en pura latitud, como besos que oscilan.

Los cuerpos no separan: articulan las ondas
que emite la materia, apaciguan la pleura
insurgente, conquistan los pétalos erectos,
avivan la memoria de la espada, refuerzan
los nudos del ciempiés y del bosque varado.


(fragmento de
LA LUZ OIDA
de Eduado Moga Bayona
Premio Adonais 1995
Ed. Rialp 1996

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